Todos los combustibles industriales se caracterizan por estar constituidos por mezclas o combinaciones de pocos elementos. La mayor proporción (en peso) corresponde a Carbono, Hidrogeno y en muchos casos algo de Azufre, elementos cuyas reacciones de combustión son exotérmicas. El resto, mucho mas reducido cuantitativamente, esta constituido por Oxigeno, Nitrógeno, agua, y cenizas (sílices, compuestos organometálicos de vanadio y otros, arcillas, sales de sodio y otros, óxidos de hierro, etc), su presencia representa problemas tecnológicos específicos de cada combustible.