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12-¿Que es un agente extinguidor?

  • Agente extinguidor: Es la sustancia o mezcla de ellas que apaga un fuego, al contacto con un material en combustión

  • Una vez ya sabemos que clase de fuego intentamos apagar ya podemos elegir el mejor método de extinción para el incendio en concreto.
  • Para saber cual es el mejor método de extinción de fuego podemos guiarnos por la tabla I-1 del RII del Reglamento de instalaciones de protección contra incendios.
  • Es muy importante saber cual es el agente extintor a utilizar en cada tipo de incendio.

  • Para poder interpretar esta tabla necesitaremos las siguientes instrucciones:
  • xxx – Muy adecuado
  • xx –  Adecuado
  • x –  Aceptable
  • En fuegos poco profundos (profundidad inferior a 5 mm) puede asignarse xx.
  • Actuación
  • Es preciso utilizar la fuerza justa
  • El agente extintor menos dañino para los materiales con los que tratamos el patrimonio mojado puede recuperarse, pero no el quemado.

 

 

 

 

Medidas de seguridad

  • Leer las inscripciones del extintor antes de utilizarlo.
  • No golpear el extintor, ya que es un recipiente a presión.
  • No situarse encima del extintor, habrá que inclinarlo ligeramente.
  • Realizar la extinción a favor del viento, siempre que sea posible.
  • No perder de vista la zona extinguida.
  • No acercase excesivamente al fuego (3 m de distancia mínimo).
  • Coger el extintor por el sitio adecuado, especialmente en el caso de extintores de CO2.
  • Precaución de no proyectar el extintor sobre los ojos.

Pautas de actuación

  • Averiguar el tipo de combustible, origen del incendio.
  • Elegir el tipo de extintor adecuado.
  • Situarse de espaldas al viento.
  • Revisar que el manómetro se encuentre en la zona verde, indicando una presión adecuada.
  • Quitar el precinto de seguridad.
  • presurizar si fuera necesario.
  • Realizar un disparo de prueba antes de acercarse al fuego.
  • Aplicar el extintor a la base de las llamas.
  • Siempre que sea posible actuar por parejas.

  • Mantenimiento.
  • Los extintores de incendio, al igual que el resto de los equipos de lucha contra incendios, se caracterizan por dos particularidades que les son propias y exclusivas:
  • Se adquieren con la esperanza de no tener que utilizarlos.
  • La degradación de su operatividad no puede detectarse como consecuencia de su uso.
  • Esto hace que, las operaciones de mantenimiento en estos equipos, tengan la máxima importancia. En el caso de los extintores tendremos en cuenta:
  • Según el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios, se establece un programa mínimo que engloba dos grupos de operaciones:
  • Las que debe de realizar el propietario o usuario del aparato.
  • Las que deben ser realizadas por fabricantes o mantenedores de aparatos

 

  • Por parte del usuario.

 

  • Cada tres meses hay que realizar las siguientes actuaciones.
  • Comprobación de la accesibilidad del extintor.
  • Comprobación visual de los precintos, seguros, inscripciones de placa y etiqueta de características, posibles grietas en las mangueras, desperfectos en el cuerpo del extintor.
  • Comprobación del estado de carga (peso y presión) del extintor y del botellín de gas impulsor si existiera.
  • Comprobación del estado de las partes mecánicas: boquilla, válvulas, mangueras, etc.
  • Por parte del personal especializado:
  • Cada año verificación: estado de la carga (peso y presión), agente extintor (presión), estado mangueras, boquillas, lanzas, válvulas, etc.
  • Pautas de comportamiento ante un incendio
  • En primer lugar debe quedar claro el alcance de la actuación de los Equipos de Primera Intervención (EPI) o de la persona que en un momento dado asuma este papel para una posible extinción, y éste no es otro que actuar exclusivamente ante FUEGO INCIPIENTE
  • Podríamos definir fuego incipiente a un fuego pequeño en sus orígenes, fácilmente controlable pero que si se le deja evolucionar puede dar lugar a un INCENDIO.
  • Además de actuar sólo ante fuego incipiente, la conveniencia de actuar o no ante estos fuegos vendrá matizada por las circunstancias en que tiene lugar éste, y que son básicamente las referentes a los riesgos y a los medios de que disponemos.
  • Podremos considerar que el fuego es un conato siempre que podamos extinguirlo fácilmente y con seguridad con los medios de extinción y de protección de que disponemos. Esto implica:
    1. Que disponemos del agente extintor adecuado al tipo de fuego, que sabemos usarlo, que funciona correctamente y que tiene capacidad suficiente para hacer frente al fuego que se quiere extinguir.
    2. Que los riesgos propios del fuego no afectan a nuestra seguridad. Los principales serán el Humo (afectando a la visibilidad y a las condiciones para respirar), los Gases (por su toxicidad) y el Calor.
    3. Dado que normalmente no dispondremos de los equipos adecuados para protegernos de estos riesgos, cuando su presencia pueda afectarnos no deberemos actuar, como es en el caso de recintos inundados por el humo o con grandes llamas. Estos riesgos serán especialmente importantes por lo tanto en recintos cerrados, los cuales acumulan rápidamente humo y calor.
    4. Que no existan riesgos adicionales, como alta tensión, riesgo de precipitación, etc.
  • Siempre que las circunstancias no sean favorables para nuestra intervención dejaremos la extinción en manos de los Servicios de Emergencias.

 

  • Cuando las circunstancias sean favorables para nuestra intervención, las pautas generales de actuación para la extinción serán:

 

  • Averiguar el origen del fuego y el tipo de combustible que se quema.

 

  • Elegir el agente extintor adecuado.

 

  • Comprobar, antes de aproximarnos, el correcto funcionamiento del equipo de extinción que se va a utilizar (lectura de presión, retirada de precintos, despliegue si es el caso, disparo de prueba, etc.).

 

  • Si existe corriente de aire aproximarnos con ésta a nuestra espalda.

 

  • Aproximarnos siempre mirando al fuego.

 

  • Atacar al fuego por su base a 3 m de distancia.

 

  • Retirarnos siempre mirando al fuego, no dar la espalda.

 

  • Además de estas pautas procuraremos siempre que sea posible actuar por parejas. En estas situaciones de estrés solemos tener “visión de túnel”, es decir, sólo atendemos a nuestro objetivo inmediato y no nos percibimos de posibles riesgos que nos rodean

 

  • Al tiempo que se intenta realizar la extinción, si es que no se ha hecho ya, pondremos en aviso a los ocupantes del lugar sobre la existencia del fuego, siempre procurando no crear una situación de alarma que induzca al pánico y avisaremos a los Servicios de Emergencia (en caso de no ser necesarios siempre podremos volver a llamar anulando el aviso).

 

  • En los casos en los que no podamos actuar nuestra acción irá encaminada en tres sentidos:

 

  • Compartimentar. Esto quiere decir que confinaremos el fuego para que no se propague, cerrando puertas conforme nos vamos retirando.

 

  • Evacuar. Siempre de forma ordenada y evitando que se provoquen situaciones de pánico. Nos aseguraremos de que todos los ocupantes han salido, comunicándolo inmediatamente a los Servicios de Emergencia

 

  • Apoyo a los Servicios de Emergencia. Este apoyo engloba una serie de acciones que pueden repartirse entre varias personas, pero siempre deberá existir un representante del conjunto que sirva de enlace con los Servicios de Emergencia y que esté en todo momento a disposición de éstos, para transmitir la información que se le requiera.

 

  • En estas acciones de apoyo destacan
  • Recuento de personas. Se comprobará que no falta nadie. Para ello resulta útil el concepto de “punto de encuentro”, un lugar seguro en el que se reúnen los ocupantes en caso de evacuación. El resultado de este recuento se comunicará a los Servicios de Emergencia (tanto si falta alguien como si no), y si hay alguna persona sin localizar se dará información sobre el lugar donde podría estar con más probabilidad o donde fue vista por última vez.
  • Información sobre el siniestro. Esto incluye cómo es el incendio, cuál es el combustible y, sobre todo, donde se localiza. Esta información puede acompañarse de un sencillo croquis de cómo es el interior del edificio (puertas, dependencias, pasillos y escaleras) con la ubicación del fuego. Esta información tiene gran utilidad para los Servicios de Extinción, redundando en eficacia y seguridad.
  • Accesos. Mantendremos, en la medida de nuestras posibilidades y en apoyo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, los accesos al edificio o actividad libres de obstáculos (especialmente de vehículos estacionados o parados) o de aglomeraciones de personas que dificulten o impidan el acceso y ubicación de los Servicios de Emergencia. Así mismo comunicaremos la ubicación de las posibles entradas al edificio, facilitando llaves para en caso necesario disponer de otros posibles accesos. Siendo también importantes las llaves de dependencias, armarios u otros sistemas que albergan puntos de corte y mando de instalaciones como gas, electricidad, agua, ascensores, etc, por si fuera necesario realizar algún tipo de corte o manipulación.